Recordando la cita “somos lo que comemos” comprendemos que una correcta alimentación aportará los nutrientes necesarios pata tener un buen estado de salud y esto proporcionará una mejora en el rendimiento.

Hoy en día el número de dietas con el que nos podemos encontrar es muy amplio (dieta mediterránea, dieta oriental, dieta ovolactovegetariana, dieta atlántica, etc.), cada persona consume el tipo de dieta que se adapta mejor a su estilo de vida, que pueda permitirse por su condición económica o la que le puede aportar el mayor número de beneficios.

En función del tipo de dieta que siga un deportista, notará un efecto positivo en su rendimiento o, por el contrario, una disminución, que puede deberse a que ese tipo de dieta no le proporciona todos los nutrientes necesarios para sus necesidades y ello puede favorecer la aparición de las lesiones y de la fatiga.

 

 

 

 

 

 

 

 

Estas dietas van desde la Dieta Mediterránea (es un tipo de alimentación fundamentado en la cocina tradicional de los países ribereños del mar Mediterráneo, basada en vegetales, frutas, granos enteros, frijoles, frutos secos y semillas, y aceite de oliva.) a la dieta paleo, una dieta que se basa en alimentos similares a los que se podrían haber consumido durante la era Paleolítica, que data de hace aproximadamente 2,5 millones a 10.000 años.

Sin embargo la dieta que poco a poco ha ido consiguiendo mayor importancia es la Vegana. La dieta vegana es el ámbito dietético del veganismo y cada vez se conocen a más deportistas que siguen este tipo de plan dietético con el fin de mejorar su rendimiento deportivo.